Arquitectura sostenible para la ‘NEW AGE’

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arquitectura_sostenibleEjemplo de arquitectura sostenible: casa ‘El Tiemblo’ de Infiniski

Diseño, bajo coste, rapidez, vanguardismo, funcionalidad, flexibilidad e independencia energética, son valores de una nueva arquitectura sostenible que puja por su espacio en un nuevo mundo

Infiniski fue fundada por un grupo de jóvenes profesionales de diferentes disciplinas y nacionalidades: Loretxu García, trend analist y periodista, Juliette Frey, comunicación y marketing, y los arquitectos Jaime Gaztelu y Mauricio Galeano, del estudio de arquitectura James&Mau.

Infiniski nació para cubrir la carencia que existe actualmente de crear viviendas de diseño sostenible, respetando los valores esenciales de calidad, funcionalidad y elegancia. Con sus diseños crea espacios de vida donde se puede experimentar el lujo, pero de manera asequible y con la sostenibilidad como visión. Sus proyectos son hasta un 20% más económicos que los desarrollados mediante sistemas de construcción tradicional, y se ahorra más de la mitad del tiempo en su ejecución. Sin embargo, las garantías de calidad se mantienen. Infiniski aborda todos las tipologías edificables: casas unifamiliares, edificios de viviendas, colegios y escuelas, oficinas…

La Casa El Tiemblo en Ávila (España), bautizada inicialmente como Casa Raulinski y concluida en 2010, responde a la más pura esencia de los valores de la marca. En ella se ha apostado por el «contraste estético entre el brutalismo del contenedor y el refinamiento en su interior», cuya decoración es responsabilidad de la marca Becara. La casa abarca una superficie en forma de L de 190 m2. Su estructura la componen cuatro contenedores marítimos reutilizados. Existe además una estructura metálica secundaria que sirve como soporte para los contenedores de la planta primera. El interior de la casa está preparado para ofrecer el máximo confort a sus usuarios, sin dejar de lado diversas soluciones para lograr el mayor ahorro energético.

Como en todos sus proyectos, Infiniski ha buscado que la casa se adapte a las condiciones del entorno natural de la parcela para lograr su máxima autonomía energética: la fachada principal está orientada al sur con vistas al valle y la montaña, para recibir directamente el sol en invierno y así calentar la casa, con la ayuda de un sistema de calefacción ecológico por biomasa. El cerramiento interior es de aislamiento de celulosa (procedente del papel periódico reciclado) y corcho. También emplea fermacell (sustituto del pladur o dry-wall) de composición ecológica.

La vivienda se divide en dos plantas. En la rasante se sitúan el salón-comedor, cocina americana y aseo, y en la primera planta se encuentra el estudio mas un baño y habitación principal en suite, con walking closet. La zona para invitados está en planta baja, en la otra parte de la L. El diseño permite independencia y privacidad entre la zona principal y la de invitados, lo que además proporciona un mayor control de los consumos energéticos de todo el sistema.

“No es por el cambio climático, es porque nunca he sido capaz de dejar restos de comida en mi plato”. Infiniski resume con esta frase una filosofía llena de sentido práctico y buen humor. Esta empresa ofrece un servicio integral de diseño arquitectónico y construcción sustentable. Basándose en un sistema modular, Infiniski desarrolla proyectos ecológicos, de bajo coste, con tiempos mínimos de ejecución y con excelentes estándares de diseño.

Documentación: Natalia Sonzogni // Edición: David Lara
Fotos: Pablo Sarabia // Fuente: James & Mau Arquitectura

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