Dominique Bluhdorn, presidenta y alma máter de Chavón. Foto: Willy Vásquez
Presidente de la Fundación Centro Cultural Altos de Chavón, institución que integra El Museo Arqueológico Regional, La Escuela de Diseño, El programa de Artistas en Residencia y La Galería, es la mujer que ha colocado República Dominicana en el mapa mundial de la moda
Nacida en Nueva York, Dominique Bluhdorn tuvo una infancia diferente a la tradicional, que le permitió conocer diversos países, visitar museos, exposiciones y colecciones privadas desde muy joven. Cuando habla de ello, recuerda con cierta añoranza cómo su enseñanza fue global, antes incluso de que se acuñara tal término, resaltando a profesores que para ella fueron únicos como Margaret Scolari Barr, profesora de Historia y Arte, esposa del fundador del Museo de Arte Moderno en Nueva York, Alfred Barr, de quien recuerda: «Ella era ese tipo de educadora tan especial, con el poder de transformar la manera de ver el mundo, especialmente en una persona joven».
Con respeto y admiración reseña que Charles Bluhdorn, su padre, fue el ideólogo de la ciudad de los artistas, Altos de Chavón, y que desde joven la incluyó en las labores cotidianas para la materialización de este sueño, que se convirtió poco a poco en el suyo propio.
Su pasión por las artes y el cariño creciente que fue sintiendo por RD la mantienen, hasta el momento, como una propulsora de la educación y del país mismo, «Este es un país con una variedad de paisajes inimaginables, con una biodiversidad extraordinaria, montañas de 10,000 pies, desiertos, bosques impresionantes y, sobre todo, gente muy especial, gente que vive con gran sacrificio y siempre con una sonrisa. La misma diversidad que vemos en RD la encontramos reflejada en las bellas artes».
Triunfar en el sector de la moda es, según la presidente de Chavón, uno de los logros más difíciles, por ser éste un mundo especialmente competitivo y global. Para ser exitoso en el diseño se requiere conocimiento y disciplina. Para Dominique la satisfacción llega al ver que un alto número de los egresados de la Escuela de Diseño pueden vivir de esta profesión, además de los diseñadores que visten a famosos. «Me preocupo por las oportunidades locales que existen en el mundo de la moda, pues aunque muchos piensan en exportar el próximo Óscar de la Renta, Dominicana requiere y tiene oportunidades que involucran mucho más que el diseño. Una de mis luchas personales es que el talento tenga oportunidades de trabajo en el mercado local, que a veces no brinda el apoyo necesario a los propios diseñadores».
Dominique define este mundo como una de las industrias más diversas: «no es alta costura solamente, es todo un conglomerado de negocios, de productos y servicios, desde carteras, zapatos, accesorios, decoraciones, que incluye la producción, mercadeo, estrategias de negocio…».
La visión de Dominique Bluhdorn, junto a su férrea voluntad, es lo que le permitió el logro de situar la educación de las artes a un nivel de primer mundo, aún estando en un país con condiciones de subdesarrollo
El cine
Con una sonrisa, Dominique Bluhdorn expresa su satisfacción porque Chavón fue pionera en ofrecer cursos relacionados con el cine en el país. Su asombro aflora al ver que, a pesar del crecimiento que experimenta la industria de cine local, los inversionistas aparentan no apostar de una manera proporcionada con la inversión en la educación cinematográfica de el país.
«Quisiéramos que se valore mejor el talento criollo en todas las áreas relacionadas con el diseño. Por supuesto hay extraordinarias excepciones, hace años montamos una exitosa exposición llamada ‘Diseñadores dominicanos en Nueva York’ donde se destacó el aporte dominicano a las artes y al diseño, no exclusivo para egresados de Chavón. Cuando mostramos esta exhibición localmente, en el Museo de Arte Moderno, invitamos al Sr. Alejandro Grullón, un amante de las artes, él entendió el significado de esa muestra e invitó, de inmediato, a los líderes de sus negocios, incentivándolos a conocer el talento dominicano en el extranjero y a aprovecharlo».
Para Dominique, hacer cine local con calidad internacional implica fortalecer las artes gráficas, el diseño de vestuarios, la iluminación, la escenografía, la dirección fotográfica, en fin, las profesiones técnicas propias de la industria. Ella entiende que el cine potencia la economía del país al crearse empleo local para técnicos en diversas áreas. Por eso, a través de Chavón, espera aportar a la educación cinematográfica con cursos especializados en conjunto con universidades que ofrecen este entrenamiento en los Estados Unidos.
El turismo
Con respecto a un sector tan importante para el país, y uno al que su padre hizo grandes aportes, Dominique asegura haber visto cambios favorables a lo largo de los años, «El país se encamina a un turismo maduro, que procura ser sostenible y responsable, una asociación bien lograda entre turismo, arte y diseño nacional fortalecerá estos sectores y nos colocara en una dirección positiva».
La fundación que preside, mediante el evento benéfico Art Chavón 2013 expuesto en la propia galería de la institución, permitió el acceso a turistas y residentes de Casa de Campo a conocer el trabajo de artistas, egresados y artistas en residencia de distintos países, donde hubo charlas y talleres. Esta actividad permitió recaudar fondos para el apoyo a estudiantes de escasos recursos y a la vez se promovió el arte local.
Dominique afirma que Dominicana, además de ser la tierra de los beisbolistas, se está convirtiendo en una importante exportadora de talentos artísticos y diseñadores. «Pueden encontrarse egresados de Chavón en Canadá, EEUU y varios países Europeos. En España, Madrid, encontramos al diseñador dominicano Parolio Matos, egresado de Chavón y Parsons, que fue seleccionado como una de las diez personas más influyentes del país. Esto nos dice mucho sobre la capacidad de entrenar futuros lideres en el diseño mundial. La cooperación de instituciones como Central Romana y las empresas y personas que apoyan a esta institución son las que hacen posible que nuestro trabajo esté cosechando los éxitos que hoy testimoniamos».
“Definir dominicana es bellamente complejo e interesante,hay que sentirlo, por suerte”
Una mirada a la Fundación Centro Cultural
Altos de Chavón desde los ojos de su presidente
Chavón siempre ha procurado la cercanía con la gente del pueblo de La Romana, desde donde salen muchos de nuestros talentosos egresados, como lo es Ónice Mejía, artista plástica, la cual expuso en La Galería recientemente.
«Durante casi tres décadas La Escuela ha logrado impactar el mundo del diseño, tanto nacional como internacional, a través de más de 1,400 egresados que contribuyen el desarrollo de la industria y el comercio en sus respectivos países».
Los egresados de Chavón, los chavoneros, han formado una comunidad que se mantiene en el tiempo. Esta escuela, con su programa de becas, mezcla alumnos procedentes de distintos niveles económicos. En cierto modo es una especie de experimento social que consigue deshacer la estratificación social que crea la sociedad en la mente de los jóvenes. Entre los estudiantes se genera un equilibrio que se traduce en una suerte de hermandad, donde no pesan las diferencias sociales.
De aquí proviene la solidaridad que se percibe en los profesionales que egresan de este centro, entre quienes no importa el éxito que se logre. Un factor común entre los chavoneros es ayudarse donde quiera que estén, y regresar en algún momento a Chavón para apoyar a la nueva generación que empieza su carrera en el centro.
La prestigiosa revista internacional V Magazine citó a La Escuela de Diseño de Altos de Chavón como una de las trece mejores escuelas de diseño del mundo. Otras escuelas y universidades nombradas en esta publicación incluyeron a Rhode Island School of Design y Yale, en Estados Unidos, Fabrica en Italia y Central St. Martens en Londres. «Muchas de esas escuelas fueron fundadas hace más de cien años».
La Escuela de Diseño está afiliada a la prestigiosa Parsons The New School for Design, desde sus inicios. Graduandos de La Escuela de Diseño pueden transferirse a Parsons por dos años más de especialización y optar por un grado a nivel de Licenciatura. Los egresados de Chavón, además de en Parsons han continuado sus estudios en escuelas de diseño de reconocimiento internacional como Rhode Island School of Design, Pratt, Cooper Union, en Estados Unidos; en Italia culminan estudios de diseño en Marangoni, y otros centros académicos. Estas son asociaciones importantes, que se traducen en la visita de educadores, diseñadores, profesionales del diseño quienes vienen a Chavón a compartir mano a mano con los estudiantes.
“A quien no está dispuesto a rendirse, no le queda otro camino que el éxito”
DOMINIQUE, LA MUJER
¿Qué haría si no dirigiera Chavón?
No me vislumbro en ninguna otra área que no sea en la que estoy. Empecé a trabajar desde mis 18 años y ya es parte de mí, además siento que estoy aportando a la educación, al área de las artes y a la juventud dominicana. Pero si tengo que responder, me hubiera encantado trabajar en el periodismo de investigación.
¿Cómo maneja su tiempo entre el trabajo, la familia y su vida personal?
¡Con organización! Nuestra vida familiar es muy unida. Mi esposo y yo tratamos de estar juntos con la familia el mayor tiempo posible. La calidad del tiempo que nos entregamos es más importante que la cantidad misma.
¿Qué no haría?
Muchas cosas… pero la robótica, ¡nunca! Así no funciona mi mente, me siento vinculada al mundo creativo.
¿Reconoce en usted alguna virtud o cualidad singular que le ayudara a llegar donde está?
Prefiero que otros hablen de mis virtudes, ¡si es que las tengo!
¿Alguna filosofía?
Si puede mencionarse como filosofía, creo en la disciplina y el trabajo. Con espíritu decidido, disciplina y con trabajo no hay metas inalcanzables. Óscar de la Renta no logró una de las carreras de mayor distinción en la moda sentado en una playa.
¿Cómo es su cotidianidad?
Soy una persona sencilla. Trabajo con un gran equipo de personas y le doy calor a mi familia. No estoy en el figureo.
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