Ese puntito

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ese puntito«Si vuelvo a los 23 este puntito… »

Hace un par de noches, en una cena de chicas, surgió la siguiente cuestión: «si pudieras volver atrás en el tiempo, no para siempre sino por un período limitado de días ¿qué harías? ¿aceptarías el regalo de volver a vivir los 23 con toda la experiencia acumulada, con los conocimientos adquiridos y, sobre todo, sin las inseguridades propias de esa edad?».

Mi respuesta fue rápida: «si vuelvo a los 23 con lo que sé ahora… reina del mambo».

Y desde hace un par de noches llevo dándole vueltas a esta idea, y yo –que soy muy de hacer listas– he elaborado una muy completa en la que figuran todas aquellas cosas que haría de forma ligera o radicalmente diferente. Algunas de ellas ya no puedo modificarlas pero hay una que, sin ser consciente de ello, he cambiado con el paso de los años: siempre, cuando regresaba a casa después de horas sufriendo por mi aspecto, comprobaba con cierto estupor ante el espejo que éste no era tan lastimoso como imaginaba.

Todas las noches de todos los fines
de semana; el mismo ritual

Y resulta que, hace relativamente poco, unos dos meses a lo sumo, cuando en una salida nocturna con un grupo de amigos me ensombreció de nuevo la duda sobre mi aspecto, de pronto fui capaz de saltar mentalmente a la situación que tendría lugar de madrugada, ese momento en el que descubriría que no iba tan mal vestida y maquillada como me había sentido antes. Y de pronto…. desapareció un peso de mi espalda y empecé a disfrutar y a sentirme cómoda con mi aspecto, incluso con ese puntito de atractivo, que seguramente mucho tenía que ver con la seguridad recién estrenada.

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