¿Afrontamos un retorno inminente al patrón oro?
Dos hechos históricos han sido los puntos de inflexión fundamentales para entender la actual crisis: El primero fue la desvinculación del patrón oro llevada a cabo por el Presidente Nixon en 1971. El segundo fue la abolición de la ley Glass Steagall en 1999 por la administración Clinton.
El patrón oro ponía enormes trabas a la devaluación de la divisa, sin embargo, a partir de la desvinculación llevada a cabo por el Presidente Nixon el 15 de agosto de 1971 el dólar americano comenzó a funcionar como una fiduciaria pura, es decir, un artículo de fe en la estabilidad y el poder del gobierno de los Estados Unidos.
La era del petrodólar
Los acuerdos con la OPEP llevados a cabo en la década de los setenta consiguieron que el dólar estadounidense mantuviese su estatus de moneda reserva mundial y, por lo tanto, garantizar su uso preferencial y casi exclusivo en las operaciones de comercio internacional de materias primas.
El sistema bancario –tras ser eliminada la convertibilidad al oro y abolirse la ley Glass Steagall– ha dado lugar a la creación expansiva de créditos sin respaldo de activos reales, lo que ha generado
un crecimiento económico con graves desequilibrios y mantenido artificialmente durante décadas.
Exportar inflación
Este privilegio ha permitido a los Estados Unidos exportar su inflación monetaria durante décadas y ha sido imitado en mayor o menor medida por todos los bancos centrales del mundo, deseosos de repercutir la inflación monetaria importada.
El resultado de eliminar del sistema monetario el respaldo del oro u otro tipo de activos reales, ha propiciado una expansión sin precedentes de los balances de los bancos centrales y de la masa monetaria, cuyos incrementos han sido muy superiores a los generados por el ahorro y la producción de los agentes económicos –infografía 1.
El fin de la contención
El segundo hecho histórico que explica enormemente la crisis actual fue la abolición de la ley Glass Steagall el 12 de noviembre de 1999 por la administración Clinton. La ley Glass Steagall separaba totalmente la banca de depósito o comercial de la banca de inversión, creó en su día un sistema bancario formado por bancos de ámbito nacional, estatal y local, y vetaba la participación de banqueros en consejos de administración de empresas industriales, comerciales y de servicios.
Desde su abolición, los bancos pudieron tomar más riesgos y apalancarse más a través de filiales y del mercado extra-bursátil parelelo, Over The Counter – infografía 2.
Hoy vivimos las consecuencias de esta burbuja
En nuestros días tenemos un sistema fiduciario puro dirigido por bancos centrales que, sin limitación alguna, crean crédito o deuda mediante anotaciones en cuenta y lo inyectan en un sistema bancario con reserva fraccionaria.
En conclusión…
Las burbujas en los precios de los activos siem- pre revierten, tarde o temprano, creando crisis financieras y recesiones. Algunas de las conse- cuencias mas evidentes son las quiebras y el paro masivos. La causa profunda de estas situa- ciones, como hemos visto, radica en el sistema monetario. Llegados a este punto, es tiempo de rectificar.
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